jueves, 27 de diciembre de 2012

España se desmarca del plan de suelta de cabra montés en el Pirineo

España y Francia tienen listo un ambicioso plan de reintroducción de la cabra montés en el Pirineo, extinta en la vertiente francesa desde 1910 y en la española desde 2000, cuando falleció el último bucardo. A través de sus prefecturas en la zona, Francia hizo público el pasado 19 de noviembre el plan, en el que cuenta con 160 ejemplares de Gredos y el Maestrazgo para soltarlos entre 2013 y 2020 en la vertiente norte de la cordillera. Según fuentes conocedoras de los trabajos —y así consta en la presentación francesa—, es el resultado de estudios entre España, Francia y Andorra. 


A su vez, el Ministerio de Medio Ambiente presentó el pasado 18 de diciembre a las comunidades autónomas el “estudio de viabilidad del proyecto de reintroducción de la cabra montés en la cordillera pirenaica”. Sin embargo, anoche una portavoz del Ministerio de Medio Ambiente español negó que exista tal plan y se desmarcó de las informaciones que dan en su web las prefecturas francesas. Aseguró que el proyecto “está suspendido” por dudas técnicas... Sigue leyendo el artículo en El País

domingo, 1 de abril de 2012

Reunión de expertos en Zaragoza sobre la Cabra montés

Los pasados 1 y 2 de marzo, Zaragoza acogió una reunión sobre la cabra montesa (Capra pyrenaica), una especie de ungulado de montaña endémica de la Península Ibérica. El encuentro estuvo organizado por el Gobierno de Aragón, la Universidad de Zaragoza, el Instituto Pirenaico de Ecología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Ebronatura y Ega Consultores en Vida Silvestre. Asimismo, contaron con el apoyo del Grupo de Especialistas en Caprinos de la Comisión de Conservación de Especies de la Unión Mundial para la Conservación (UICN).




miércoles, 8 de febrero de 2012

La DGA renuncia de nuevo a lograr un hito mundial clonando al bucardo

El CITA ya consiguió que naciera un clon de la última bucarda, pero murió a los pocos minutos.

I. ARISTU. ZARAGOZA|17/01/2011  Leer la noticia publicada en Heraldo de Aragón
La DGA ha vuelto a renunciar a que Aragón protagonice un hito científico de nivel mundial al aparcar de nuevo el proyecto para clonar y devolver a la vida al bucardo. A pesar de lo mucho que se ha especulado sobre esta posibilidad, hasta ahora nadie ha podido resucitar una especie totalmente extinta. Sin embargo, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) no solo tiene en su mano lograr este avance histórico, sino que de hecho en 2003 ya lo consiguió aunque solo fuera durante unos minutos.

Aquel año, un proyecto conjunto del CITA y de otras instituciones españolas y francesas logró que una cabra gestase y diese a luz una réplica exacta de la última bucarda. El animal murió a los pocos minutos por un problema respiratorio habitual en los procesos de clonación, pero su nacimiento demostró que Aragón dispone de material genético en buen estado para resucitar al bucardo.

Sin embargo, este indudable avance, lejos de impulsar un nuevo intento, contribuyó a acentuar los prejuicios y las dudas de la DGA. Por eso el proyecto estuvo paralizado hasta que en 2008 se retomó con el lanzamiento de una convocatoria internacional para contratar a un experto en clonación de animales.

La elegida fue Nancy T. D'Cruz, una científica estadounidense que durante ocho años trabajó en uno de los laboratorios más prestigiosos en el campo de la genética -el Instituto Monash de Australia- y que ha realizado con éxito más de una veintena de clonaciones. Esa científica ya lleva meses trabajando en el CITA, y sin embargo la recuperación del bucardo ha vuelto a quedar aparcada sine díe.

"Se sigue viendo con recelos"
"A pesar de que la ciencia ha avanzado mucho en los últimos años, en las altas esferas del Gobierno de Aragón la clonación se sigue viendo con temor y recelos, sigue pareciendo que se trata de jugar a ser Dios -comentan fuentes no oficiales de la propia DGA-. Además, a esos prejuicios hay que añadirle el afán de protagonismo de alguna consejería, porque quien llevaría a cabo la clonación del bucardo sería el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad y el responsable de las competencias en biodiversidad es Medio Ambiente".

La nueva paralización del proyecto se antoja aún más incomprensible si se tiene en cuenta que el proceso conllevaría un gasto relativamente reducido -varias decenas de miles de euros-. Haría falta volver a formar un equipo multidisciplinar en el que participaran científicos de fuera de Aragón, pero la base de los investigadores ya están en nómina de la DGA. Además, las instalaciones del CITA cuentan con casi todo el instrumental necesario.

A cambio de ese gasto, que según las fuentes consultadas sería "perfectamente asumible" incluso en la actual coyuntura económica, Aragón podría conseguir un avance científico sin precedentes. Además de convertirse en un referente nacional en el campo de la clonación, la Comunidad lograría la atención mundial con un proyecto que ya ha despertado el interés de la comunidad académica internacional.

Gran eco internacional
Hace dos años, la revista científica 'Theriogenology', especializada en biología reproductiva animal, publicó un artículo de los investigadores que en 2003 lograron el nacimiento de un clon de la última bucarda. La noticia tuvo seguimiento en multitud de medios nacionales y extranjeros -algunos tan prestigiosos como 'The Telegraph', 'The Independent' o 'National Geographic'-, pero ese interés se dispararía exponencialmente si en lugar de tratarse de un escrito sobre un animal ya muerto fuera la imagen de un bucardo vivo años después de la extinción de la especie.

Mientras, la postura oficial del Gobierno de Aragón es que la clonación del bucardo se afrontará cuando haya garantías. "Ahora se está formando un equipo que pueda ponerla en marcha -se limita a explicar el director general de Investigación, Innovación y Desarrollo, José Luis Serrano-. El material genético está ahí y se puede utilizar el cualquier momento, así que no hay nada paralizado".

Serrano destaca, además, que Nancy T. D'Cruz no ha sido contratada para resucitar al bucardo, sino para investigar en varias líneas de trabajo relacionadas con la mejora de la productividad ganadera. "Para Aragón es un lujo contar con una científica de su nivel, lo del bucardo es un proyecto colateral -insiste el director general-. La clonación tiene múltiples aplicaciones en la ganadería, y hasta ahora aquí nadie se dedicaba a esa área".

El proceso y sus dificultades
La clonación de grandes mamíferos es una técnica relativamente desarrollada: se ha llevado a cabo con ovejas, perros, gatos, caballos, toros de lidia... La diferencia fundamental con el bucardo es que en todos esos casos se disponía de otros individuos de la misma especie que podían utilizarse para gestar al clon, algo que no sucede con los animales extintos.

Al no quedar ejemplares de la misma especie, los científicos tienen que utilizar a otro animal que haga de madre de alquiler teniendo en cuenta que los ritmos de reproducción son distintos. En el caso del bucardo, los investigadores concluyeron que lo mejor era recurrir a cabras procedentes de un cruce entre una cabra doméstica y un macho de cabra montés de Beceite.

En el útero de esa madre de alquiler se implanta un óvulo de cabra modificado genéticamente al que previamente se le ha extraído el ADN original reemplazándolo por los genes de la última bucarda. De esta forma, lo que gesta la cabra es un embrión con el ADN del animal extinto que, si se desarrolla con éxito, se convierte en una cría de bucardo.

La DGA abandona el plan para clonar bucardos pese a que logró una cría


La investigación, que seguía la técnica de la oveja Dolly, se paró por falta de financiación pública.

M. NAVARCORENA M. NAVARCORENA 19/02/2007
Descargar noticia completa en El Periódico de Aragón

La técnica de clonación empleada hace más de tres años con el bucardo no fracasó, como hasta ahora se creía. Pero el Gobierno aragonés no muestra interés por la investigación y sigue descartando su financiación. Y eso que con métodos similares a los desarrollados para crear la oveja Dolly, en el año 2003 nació, por cesárea, la primera cría clonada de bucardo, la cabra pirenaica cuyo último ejemplar se extinguió en Ordesa hace seis años.

Se trataba de una hembra prematura, genéticamente idéntica a su predecesora, que murió por problemas respiratorios "típicos de los neonatos" como consecuencia precisamente del desconocimiento existente sobre la reproducción de esta especie silvestre.

A punto estuvo Aragón de lograr, por primera vez en la historia, un clon de una especie extinguida. Pero no se consiguió en el último momento.

"Si hubiéramos tenido un pulmón artificial se le habría tratado a semejanza de como se hace con los bebés prematuros", y muy posiblemente Aragón contaría con el primer animal salvaje de una especie ya desaparecida que se lograba reproducir de esta manera en el mundo, y, a la vez, el primer ejemplar obtenido por métodos de clonación en España.

El éxito
De hecho, los análisis genéticos posteriores realizados a esta cría demostraron el éxito de la técnica empleada, es decir que se había conseguido la reproducción de ejemplares idénticos al original.

Así lo ha confirmado la doctora en Biología María Jesús Cocero, del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), que participó en uno de los equipos de investigación. Un anuncio que coincide en el tiempo con la presentación, un 22 de febrero de hace diez años, de Dolly.

La noticia se suma a las informaciones oficiales de entonces que revelaron que los equipos que trabajaron en el proceso de reproducción en Zaragoza, Madrid y Francia habían logrado que dos cabras montesas quedaran preñadas. Pero ambas abortaron a los dos meses de gestación.

No obstante, el que esta gestación llegara hasta el final sirve para comprender el optimismo demostrado entonces por los científicos, que insistían en que recuperar este animal para la biodiversidad del Pirineo era, y es, cuestión de tiempo.

José Folch, director del proyecto y entonces jefe de la Unidad de Tecnología en Producción Animal del Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA) de Aragón, al ser preguntado ha admitido este nacimiento hasta ahora desconocido, pero se ha negado a hacer más declaraciones ni sobre este hecho ni sobre nada relacionado.

Al mutismo del Gobierno de Aragón sobre semejante avance científico se añade la no renovación del proyecto de recuperación en el 2004. El Ministerio de Ciencia y Tecnología aportó, en el 2001, 240.000 euros (40 millones de las antiguas pesetas) como financiación para dos años de investigación. Y la DGA, 60.000 euros (diez millones de pesetas). Aunque anteriormente, el equipo ya había recibido una primera aportación ministerial.

"Enviamos al ministerio varias propuestas para continuar con la línea de investigación, pero nos las denegaron. Y me harté, porque si las administraciones no tienen interés, yo tengo otras muchas cosas que hacer. Dejamos de trabajar en ello tan solo por falta de financiación. Y las razones no fueron ni la calidad del trabajo realizado, ni la credibilidad del mismo, ni la profesionalidad o el resultado, sino porque así lo decidieron", añade Cocero.

Los laboratorios de Zaragoza y Madrid cuentan en la actualidad con un banco de muestras congeladas de bucardo para futuras investigaciones. Por lo que de decidirse la continuidad de la investigación, no habría problema alguno.

La suerte hizo que en 1999, el equipo que trabajaba en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en la recuperación del bucardo, capturase el último ejemplar vivo de bucardo y le extrajese material genético por si en un futuro pudiera clonarse. Se trataba de una hembra de doce años que un año después --el 5 de enero del 2000-- murió aplastada por la caída de un árbol, y que provocó la extinción de la especie.

"La clonación como técnica de reproducción es un proyecto científico muy nuevo, del que queda mucho por investigar. Y la gestación del bucardo, como la de otras especies silvestres, no está caracterizada. Pero ahora sabemos que los tiempos de gestación de la cabra montesa y el bucardo no coinciden. Cuando decidimos practicar la cesárea y abrimos, supimos que era un prematuro", explica esta bióloga.

Para conseguir esta clonación, se implantaron 54 embriones en nueve cabras montesas de Beceite, por considerarlas las más parecidas al bucardo. Y así, dos intentos resultaron también positivos, aunque en ambos casos las cabras abortaron a los dos meses de gestación

Se da por extinguido el Bucardo y se descarta su clonación

03/02/2000

El Comité Científico del Plan de Recuperación del Bucardo ha dado por perdido a nivel de subespecie este animal ya que una posible clonación del animal no serviría para recuperarlo en toda su riqueza genética.

Entre las decisiones alcanzadas en la reunión que ha realizado recientemente este comité destaca que se conservará el material genético de esta subespecie pirenaica de cabra hispánica a la espera de nuevos avances tecnológicos. El último ejemplar de este animal, una hembra, murió el pasado 6 de enero en el Parque Nacional de Ordesa tras caerle encima un árbol, tal y como informamos en anteriores ediciones. El Ejecutivo autónomo y los científicos consultados se inclinan por invertir en la conservación de las especies amenazadas y que, en este sentido, harán un nuevo inventario de flora y fauna en Aragón para que no ocurra más lo que ha sucedido con el bucardo.

DECRETO 217/1996, de 11 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se modifica parcialmente el Plan de Recuperación del Bucardo o Cabra pirenaica.


Descargar documento de la página web del Gobierno de Aragón

El Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, y el Decreto 49/1995, de 28 de marzo, de la Diputación General de Aragón, por el que se regula el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, catalogan al bucardo (Capra p. pyrenaica) como subespecie "en peligro de extinción".

La Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los espacios naturales y de la flora y fauna silvestres, dispone en su artículo 31, apartados 2 y 6, que la catalogación de una especie o una subespecie en la categoría de "en peligro de extinción", exige la elaboración, por parte de las Comunidades Autónomas, de un Plan de Recuperación en el que se definan las medidas necesarias para eliminar tal peligro de extinción.

En desarrollo de esta previsión legal, se aprobó el Plan de Recuperación del bucardo, mediante el Decreto 97/1993, de 18 de agosto, de la Diputación General de Aragón.

Las directrices técnicas contenidas en el plan estaban fundamentadas en la información científica disponible en ese momento, y, en especial, en el inventario de la población española del bucardo, realizado en 1989-90. Dicho inventario estimaba que la población superviviente de bucardo, en 1990, era de unos 10 ejemplares.

Sin embargo, la evolución reciente de la población residual de bucardo, desde esa fecha hasta la actualidad, ha sido negativa: El tamaño de la población se ha reducido hasta niveles críticos y no se tiene constancia fehaciente del nacimiento de crías durante ese periodo de tiempo y, ante la ausencia de observaciones de machos jóvenes o adultos desde 1990, es probable que no sobrevivan en la actualidad machos de bucardo.

En esas condiciones, la estrategia de conservación del bucardo contemplada en el Plan de Recuperación --basada en la captura de todos los ejemplares de la población, su cría en cautividad utilizando técnicas de transferencia embrionaria y la posterior liberación en la naturaleza de los individuos nacidos en cautividad--, es insuficiente, según el comité científico que asesora al Departamento de Agricultura y Medio Ambiente en materia de conservación del bucardo.

El citado comité científico considera imprescindible y urgente proceder a realizar un intento de reproducción in situ, para evitar la pérdida definitiva de la dotación genética que singulariza biológicamente al bucardo como una subespecie de cabra montés diferenciada de las restantes que pueblan la Península Ibérica. Para ello, se propone utilizar algunos machos adultos fértiles de otras subespecies de cabra montés, con objeto de garantizar la persistencia en el tiempo de al menos una facción del genotipo original del bucardo en los ejemplares que pudieran conseguirse de tener éxito la reproducción. Estos ejemplares constituirían la base del programa de reproducción previsto en el Plan.

Esa línea de actuación no está contenida en las directrices y actuaciones del Plan de Recuperación del bucardo, por lo que se hace necesario una modificación del Decreto 97/1993, de 18 de agosto, de la Diputación General de Aragón, por el que se aprueba el Plan de Recuperación del bucardo o cabra montés pirenaica.

El Decreto 49/1995, de 28 de marzo, de la Diputación General de Aragón, por el que se regula el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, señala que los Planes serán aprobados por la Diputación General, siendo ejecutivos y vinculando tanto a los particulares como a las Administraciones Públicas, que en el ámbito de sus competencias deberán adecuar sus actuaciones a las determinaciones contenidas en los mismos.

Por otra parte, el artículo 1º, apartado e), del Decreto 256/1995, de 26 de septiembre, de la Diputación General de Aragón, por el que se aprueba la estructura orgánica del Departamento de Agricultura y Medio Ambiente, atribuye a este Departamento la competencia en materia de conservación del medio natural.

En su virtud, a propuesta del Consejero de Agricultura y Medio Ambiente y previa deliberación de la Diputación General, en su reunión del día 11 de diciembre de 1996,

DISPONGO:

Artículo único.--Se amplían las previsiones del Plan de Recuperación del bucardo, aprobado por el Decreto 97/1993, de 18 de agosto, de la Diputación General de Aragón, por el que se aprueba el Plan de Recuperación del bucardo o cabra montés pirenaica, en lo referente al epígrafe 6. Directrices y actuaciones, añadiendo un apartado 3 bis, con la siguiente redacción.

"3 bis. Conseguir la recuperación parcial del genoma original del bucardo mediante la reproducción in situ de los ejemplares de bucardo existentes con ejemplares fértiles procedentes de poblaciones ibéricas no pirenaicas de cabra montés.

Para conseguir este objetivo, serán liberados, en las localidades que se definen en el punto 2, los ejemplares de cabra montés ibérica no pirenaica que se consideren necesarios, de acuerdo con los siguientes principios: 1. Procedencia de los animales: Dada la crítica situación demográfica actual de la población de bucardo, debe primar la disponibilidad inmediata de los animales que vayan a ser liberados sobre el criterio de su procedencia.

2. Ambito territorial: Los ejemplares introducidos serán liberados en el área de distribución actual del bucardo en el Pirineo aragonés, correspondiente al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

3. Se soltará el número de ejemplares pertinente, considerando el objetivo perseguido con su suelta y la información científica disponible sobre la biología, la ecología y la etología de la cabra montés.

4. Todos los ejemplares de cabra montés que se utilicen deberán ser sometidos a un periodo de cuarentena, que garantice que no son portadores de agentes patógenos que puedan afectar negativamente a los ejemplares de bucardo o a los ejemplares que hayan sido liberados con anterioridad.

5. Seguimiento de los ejemplares liberados: Todos los ejemplares de cabra montés que se utilicen, deberán estar equipados con sistemas que permitan su localización a distancia, estableciéndose además un programa específico de seguimiento, así como un procedimiento de control que debe permitir su eliminación en caso de no cumplirse los objetivos previstos.

6. Destino de los ejemplares obtenidos: Todos los ejemplares que se obtengan en aplicación de lo dispuesto en esta directriz constituirán el material biológico para el programa de reproducción, que deberá ser diseñado en coherencia con sus características genéticas".

DISPOSICIONES FINALES

Primera.--Se faculta al Consejero de Agricultura y Medio Ambiente a dictar cuantas disposiciones sean necesarias para la ejecución, desarrollo y cumplimiento del presente Decreto.

Segunda.--El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el "Boletín Oficial de Aragón".

Dado en Zaragoza, a 11 de diciembre de 1996.

El Presidente de la Diputación General, SANTIAGO LANZUELA MARINA

El Consejero de Agricultura y Medio Ambiente, JOSE MANUEL LASA DOLHAGARAY

PLAN DE RECUPERACIÓN DEL BUCARDO EN ARAGON


Decreto 97/1993, de 18 de agosto. Plan de recuperación del bucardo o cabra pirenaica. BO. Aragón 3 septiembre 1993, núm.101/1993.


El artículo 35.1.Doce de la Ley Orgánica 8/1982, de 10 de agosto, del Estatuto de Autonomía de Aragón, atribuye a la Comunidad Autónoma de Aragón competencia exclusiva sobre «Pesca en aguas interiores, fluviales y lacustres, acuicultura y caza. Protección de los ecosistemas en los que se desarrollan dichas actividades».
El artículo 31 de la Ley 4/1989, dispone que la catalogación de una especie como en peligro de extinción «exigirá la elaboración de un Plan de recuperación», y que corresponde a las Comunidades Autónomas la elaboración y aprobación de estos planes, que definirán las medidas necesarias para eliminar el peligro de extinción de la especie considerada.
El Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, cataloga al bucardo (capra pyrenaica pyrenaica) como especie «en peligro».
Mediante este Decreto, se pretende cumplir la finalidad indicada, aprobando el Plan de Recuperación para el bucardo.
Este Plan en el que se realiza un análisis de la situación actual en cuanto a la problemática de la especie y las
actividades realizadas para su protección, fija el objetivo a alcanzar, determina las directrices y las actuaciones para la consecución del objetivo y establece los mecanismos para la necesaria cooperación entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza, y la Diputación General de Aragón, en las condiciones previstas en el artículo 8.1 del Real Decreto 439/1990.
El Plan de Recuperación no es un instrumento cerrado e inmutable, por lo que se prevén los mecanismos necesarios para el seguimiento de su eficacia así como los de revisión periódica.
En su virtud, a propuesta del Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes y previa deliberación de la Diputación General de Aragón, en su reunión del día 18 de agosto de 1993,

Dispongo:

Artículo 1.º Se aprueba el Plan de Recuperación del Bucardo o cabra montés pirenaica (Capra Pyrenaica Pyrenaica) en Aragón, que figura en el anexo a la presente disposición.

Artículo 2.º Las entidades, organismos o corporaciones que intervengan en el otorgamiento de licencias, concesiones administrativas y cualquier otra clase de autorizaciones o que ejecuten actuaciones que puedan afectar al desarrollo de lo previsto en este Plan, deberán observar el cumplimiento de sus directrices y disposiciones.


Disposiciones finales.
1.ª Se faculta al Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes a dictar cuantas disposiciones sean necesarias para la ejecución, desarrollo y cumplimiento del presente Decreto.
2.ª El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el «Boletín Oficial de Aragón».
«PLAN DE RECUPERACION DEL BUCARDO (CAPRA PYRENAICA PYRENAICA)»

1. Introducción.
El género Capra está representado en la Península Ibérica por la especie Capra pyrenaica, de la que existen en la actualidad tres de las cuatro subespecies descritas, al haberse extinguido a finales del siglo XIX Capra pyrenaica lusitanica, que poblaba el sur de Galicia y norte de Portugal.
La subespecie pirenaica, el bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica), se extendía antiguamente a lo largo de toda la cadena montañosa, como queda atestiguado por los numerosos yacimientos óseos localizados en ambas vertientes de este sistema. El bucardo aparece también frecuentemente representado en las pinturas prehistóricas descubiertas en Francia.
En épocas históricas, el bucardo se vio sometido a una importante presión cinegética que tuvo como consecuencia su disminución progresiva a lo largo de los Pirineos, y posteriormente su desaparición de una gran parte de su área de distribución. Esta caza indiscriminada, practicada en cualquier época del año y sobre cualquier ejemplar localizado, provocó la desaparición definitiva de la especie en la vertiente francesa a finales del siglo XIX y su limitación a los Macizos de la Maladeta y del Monte Perdido en el lado español. Al proseguir la caza sobre los escasos ejemplares supervivientes, la especie quedó definitivamente confinada, a partir de 1915, a este último macizo donde lo escarpado del terreno y la protección que le brindó la declaración de la zona como Parque Nacional, han permitido el mantenimiento de esta última población hasta nuestros días.
En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido los bucardos se localizan prioritariamente en la Faja de Pelay, una zona muy abrupta cubierta de bosque y en umbría, características que hacían extremadamente difícil la caza en este área, pero que en la actualidad está limitando también su recuperación natural.
Según los últimos estudios realizados en 1989 por el Instituto Pirenaico de Ecología, con financiación de ICONA, tan sólo sobreviven una quincena de individuos, sin que se haya podido comprobar con seguridad ninguna reproducción desde 1987.

2. Problemática de conservación.
Una vez suprimida la caza, factor que motivó la regresión del bucardo, es difícil conocer con exactitud cual es la razón que explica el estancamiento poblacional del núcleo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, aunque se sospecha que podría tratarse de la conjunción de varios factores. En primer lugar, habría que tener en cuenta que el hábitat, que por su carácter de inaccesibilidad brindó unas buenas condiciones de seguridad frente a la caza furtiva, no parece ser en la actualidad el más óptimo para la cabra montés, incluso después de las mejoras realizadas en él. A la pobreza de sus pastos y a las duras condiciones climatológicas se une la presencia de una gran población de rebecos, que podría suponer una competencia trófica y espacial con el bucardo. Otro factor que podría estar actuando de forma negativa es el propio tamaño de la población y su aislamiento desde hace casi un siglo, con la previsible endogamia y pérdida de variabilidad genética que conlleva este fenómeno.
Debido a esta situación extrema, el bucardo ha sido catalogado como «En Peligro» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, por lo que debe redactarse y aplicarse un Plan de Recuperación para esta subespecie, existiendo el Convenio de Cooperación entre la Diputación General de Aragón y el ICONA para el desarrollo de este programa de conservación.

3. Medidas de conservación. Antecedentes.
Hasta la fecha se han puesto en marcha una serie de medidas de conservación en el interior del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con vistas a mejorar su capacidad de acogida para los bucardos y se han iniciado los estudios necesarios para la puesta a punto de tecnologías que permitan en el futuro una reproducción más rápida de esta subespecie. Las medidas más importantes puestas en pie, han sido las siguientes:

Medidas in situ.
La medida más importante de conservación aplicada al bucardo fue la creación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La declaración de este espacio protegido permitió en una primera fase eliminar su caza furtiva y posibilitó con posterioridad la aplicación de una serie de actuaciones de gestión directa del hábitat. Entre estas acciones resaltan la declaración de una zona de reserva cerrada al tránsito público para toda el área ocupada preferentemente por los animales y la mejora de las condiciones tróficas de la zona mediante la apertura de claros en el bosque y el abonado de las praderas donde se alimentan los bucardos. Dadas las fuertes nevadas que padece el área y la escasez de alimento durante este período, se han construido también una serie de comederos que se mantienen constantemente provistos de forraje y sales minerales durante toda la estación invernal.
Otra de las medidas aplicadas para intentar averiguar con un mayor detalle la problemática de la especie, ha sido la puesta en marcha de una investigación sobre la patología de los ungulados, tanto domésticos como silvestres, que comparten el hábitat del bucardo. Este estudio, que habrá de ser continuado en años posteriores con las poblaciones del rebeco y del propio bucardo, permitirá conocer qué patologías pueden estar afectando negativamente a la cabra y aplicar las medidas correctoras más adecuadas.

Medidas ex situ.
Teniendo en cuenta el pequeño número de ejemplares supervivientes, su escasa reproducción y el estancamiento de la población en las últimas décadas, la única opción realista de posible recuperación de la especie pasa por su reproducción en cautividad de forma estrictamente controlada. Dado que se trata de un animal que nunca se había mantenido con anterioridad en estas condiciones de confinamiento, era necesario contar previamente a la captura de los bucardos con una amplia experiencia, por lo que se constituyó en 1989 un núcleo cautivo de ejemplares de otra subespecie no amenazada. Las investigaciones realizadas sobre estos animales, han abarcado una amplia variedad de facetas, tales como captura y problemática asociada, tranquilización y anestesia, nutrición, patología, fisiología, etc.
Estos animales han sido utilizados también para poner a punto las técnicas de transferencia de embriones, cuya utilización futura con los ejemplares cautivos de bucardo podría permitir multiplicar la capacidad reproductiva de esta subespecie.
Para facilitar el mantenimiento en cautividad de los bucardos, se ha construido un amplio cercado en terrenos propiedad de la Diputación General de Aragón que acogerá en el futuro a los animales capturados. La fase de captura se llevará a cabo mediante cajas trampa, y se prolongará hasta la captura de todos los ejemplares
supervivientes en el Parque. Se contará con la colaboración de técnicos franceses altamente especializados en estas tecnologías, ampliamente utilizadas en las poblaciones de íbice (Capra ibex) de este país.

4. Justificación del plan.
El bucardo, subespecie incluida en el anejo II de la Directiva 92/43/CEE () con carácter prioritario, ha demostrado a lo largo de las últimas décadas que la protección de su hábitat y las mejoras realizadas para favorecer la calidad de éste, no son suficientes para lograr su recuperación. La finalidad última de este Plan consiste en lograr la vuelta del bucardo a la totalidad de los hábitats favorables de la Cordillera Pirenaica, incluyendo la vertiente francesa, y su mantenimiento sin necesidad de intervención humana posterior. A pesar del escaso número de bucardos supervivientes, el objetivo podría ser alcanzado en un plazo medio como así lo indican las espectaculares recuperaciones de poblaciones de otras subespecies que partieron también de un reducido número de reproductores.

5. Objetivo del plan.
El objetivo de este Plan es lograr la recuperación del bucardo. Este Plan de Recuperación se considerará cumplido cuando se le pueda descatalogar como «en peligro de extinción».
Para alcanzar este objetivo, se considera necesario obtener al menos tres poblaciones viables sin necesidad de intervención humana posterior, en condiciones de completa libertad, en la región pirenaica (cordillera pirenaica y sierras prepirenaicas). El número mínimo de ejemplares deberá ser determinado mediante investigación sobre el tamaño mínimo viable de una población, pero no será en ningún caso inferior a 100 individuos para cada uno de los núcleos.

6. Directrices y actuaciones.
1. Mejorar el hábitat actual del bucardo al objeto de obtener las mejores condiciones posibles para la población residual.
1.1. Condiciones de alimentación.
1.1.1. Mantener el aporte suplementario de alimento en el período invernal, y de sales minerales durante todo el año.
1.1.2. Mantener las acciones encaminadas a la mejora de los pastizales naturales, mediante la apertura de pequeños claros en el bosque y el abonado de praderas naturales.
1.2. Condiciones de tranquilidad.
1.2.1. Mantener y reforzar la política de cerrar al público las zonas de especial interés para el bucardo.
1.2.2. Realizar restricciones de acceso al ganado doméstico en las áreas utilizadas más intensamente por el bucardo.
1.2.3. Reforzar la vigilancia por parte de la Guardería para asegurar el cumplimiento de 1.2.1 y 1.2.2.
1.3. Condiciones sanitarias y de competencia.
1.3.1. Eliminar la presencia de ganado doméstico en el área de distribución actual del bucardo, si se identifican riesgos importantes derivados de contagios de enfermedades o de competencia trófica.
1.3.2. Tender a reducir el número de las poblaciones de rebeco pirenaico o sarrios y otros ungulados con la finalidad de minimizar la competencia por los recursos con el bucardo, utilizando con preferencia métodos incruentos de captura y la traslocación de los ejemplares capturados a otras zonas previamente seleccionadas.
2. Llevar a cabo la cría en cautividad del bucardo, con una doble finalidad:
a) mantener un stock cautivo viable, en condiciones estrictamente controladas;
b) producir un máximo de ejemplares para su reintroducción posterior al medio natural.
2.1. Captura.
2.1.1. Número de ejemplares a capturar: En vista de los actuales niveles poblacionales del bucardo, de su falta de crecimiento, y de los requerimientos de un programa de cría en cautividad de esta índole, se capturará la totalidad de la población.
2.1.2. Metodología de captura: Con el fin de evitar accidentes, se utilizarán con preferencia las metodologías que supongan un menor riesgo para los animales. Los capturaderos utilizados deberán llevar necesariamente sistemas de aviso rápido de disparo de las trampas, preferiblemente por radiotelemetría e imagen a distancia, y deberán ser sometidos a un control estricto por parte del personal encargado de llevar a cabo esta tarea.
2.1.3. Epoca  de capturas: Se evitarán en lo posible los períodos que puedan suponer un riesgo adicional para los ejemplares a capturar. Las capturas se llevarán a cabo de la forma más intensiva posible, de forma a minimizar el tiempo total necesario para cumplir el punto 2.1.1.
2.1.4. Método de transporte: Se utilizará con preferencia el transporte aéreo mediante helicóptero o, en su defecto, el método que resulte menos estresante.
2.1.5. Personal: El personal encargado de las capturas deberá contar con la experiencia adecuada y dedicarse en exclusividad a este trabajo.
2.2. Cercado: Será el lugar donde se mantendrán en cautividad los ejemplares de bucardo que se capturen, cuyas condiciones técnicas legales, materiales y de personal se fijarán oportunamente.
-La eficacia del cercado será probada manteniendo en su interior ejemplares de sarrio y cabra montés de otra subespecie, estos últimos esterilizados.
-El personal encargado del mantenimiento del cercado deberá ser suficiente y contar con la adecuada experiencia y dedicación al trabajo.
2.3. Sistemas de cría: Los sistemas de cría a utilizar vendrán determinados por los animales disponibles, y serán por tanto decididos en su momento; sus objetivos fundamentales serán:
2.3.1. Maximizar la producción de crías. Se pretende obtener rápidamente el máximo de crías posibles, aplicando, si fuera preciso, técnicas de reproducción controlada y transferencia de embriones.
2.3.2. Evitar la pérdida de variabilidad genética mediante un correcto manejo de los animales reproductores y constitución de un banco de material genético.
2.3.3. Conseguir animales adaptados a la vida silvestre: Los animales nacidos en cautividad que vayan a ser
utilizados para reintroducciones, deberán ser criados en condiciones que favorezcan su adaptación a la vida en estado salvaje.
3. Conseguir la reintroducción de los ejemplares criados en cautividad en un medio favorable para su supervivencia y multiplicación.
3.1. Selección de zonas de suelta: Las zonas seleccionadas, entre las que tendrá prioridad el territorio del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, habrán de estar incluidas en el área de distribución antigua del bucardo y deberán cumplir al menos los siguientes requisitos:
3.1.1. Protección: El área de suelta deberá estar incluida en algún espacio natural protegido, siendo preferible que se realice en terrenos de propiedad pública gestionados directamente por la Administración competente en materia de conservación de la naturaleza.
Los usos y las actuaciones de gestión en la zona seleccionada deberán ser compatibles con los objetivos de este plan, especialmente los turísticos, cinegéticos y ganaderos. Además, la zona deberá contar con una guardería adecuada que garantice al máximo la seguridad de los animales.
3.1.2. Características físicas y biológicas de la zona de reintroducción. Teniendo en cuenta los requerimientos de otras poblaciones de cabra montés, las zonas escogidas deberán ser consideradas óptimas al menos en los aspectos de alimentación, agua disponible, cobertura vegetal, predadores potenciales y otros factores que puedan afectar negativamente al éxito de la reintroducción.
3.1.3. Experimentos anteriores: Antes de llevar a cabo la reintroducción de los bucardos, se llevará a cabo, si se estima necesario, la suelta de ejemplares de otras poblaciones marcados con radiotransmisores y previamente esterilizados, que servirán para conocer la adaptación de las cabras a la zona escogida. Estos ejemplares serán extraídos de la zona antes de proceder a la reintroducción del bucardo.
3.1.4. Tamaño mínimo del núcleo cautivo: Para iniciar la reintroducción del bucardo, será necesario contar
previamente con un número de ejemplares cautivos que asegure la continuidad futura de este núcleo, lo que se determinará en función de los resultados de los estudios.
3.1.5. Características de los animales a reintroducir: Las características de estos animales, en cuanto a edad, número y sex-ratio, serán determinadas por las experiencias exitosas que se hayan realizado hasta la fecha en otras zonas, y por las que se hayan llevado a cabo en cumplimiento de lo dispuesto en el apartado 3.1.3.
3.1.6. Seguimiento de los animales reintroducidos: Los animales a reintroducir serán marcados mediante sistemas que permitan su identificación individual, procediéndose al seguimiento de la población, al menos hasta que haya alcanzado el tamaño mínimo deseable.
4. Seguimiento de las poblaciones e investigación.
4.1. Seguimiento.
4.1.1. Seguimiento de la población pirenaica del bucardo: Se llevará a cabo hasta que se tenga la seguridad de que ha sido capturado el último ejemplar.
4.1.2. Seguimiento de las experiencias indicadas en el apartado 3.1.3 en las zonas de posible reintroducción del bucardo, que deberá tener una duración mínima de un año, antes de proceder a la extracción de los animales testigo.
4.2. Investigación.
4.2.1. Estudios genéticos: Se llevarán a cabo para estudiar la distancia genética con respecto a las demás subespecies de cabra, y para conocer el grado de parentesco de los bucardos capturados, con vistas a optimizar la gestión y reproducción de estos ejemplares.
4.2.2. Control de los problemas patológicos: Se continuarán las experiencias actualmente en curso en los cercados de experimentación que comprenden el estudio, seguimiento y prevención de las enfermedades de la cabra montesa y sarrio capturados, con el fin de utilizar esta información posteriormente en el manejo de los bucardos.
Se realizará un control del estado sanitario de los ungulados que comparten el territorio con los bucardos (sarrio, jabalí y ganados domésticos de vacuno, ovino y caprino).
Se realizarán estudios para prevenir la patología neonatal desarrollando parideras óptimas y métodos de lactancia artificial.
4.2.3. Estudios reproductivos: Se realizarán estudios de la fisiología de la reproducción de la hembra y del macho (estacionalidad, duración del ciclo, etc.). Se desarrollarán técnicas de reproducción controlada en otra subespecie de cabra montés, para ser aplicadas posteriormente al bucardo. Dichas técnicas incluyen:
a) Recogida y congelación de semen e inseminación artificial.
b) Transferencia de embriones: sincronización de celos, superovulación, recogida, transferencia de embriones y fertilización «in vitro».
4.2.4. Perfeccionamiento de sistemas de captura y anestesia. Se perfeccionarán estos sistemas con animales cautivos de otras subespecies; si se juzga necesario, se podrán llevar a cabo igualmente experimentos de campo en poblaciones no amenazadas.
Dichas técnicas incluyen: Protocolos de captura que eviten el estrés en el animal capturado; ensayo de los
anestésicos y tranquilizantes más adecuados; desarrollo de las técnicas de transporte menos estresantes.
Se realizarán estudios clínicos y protocolos de prevención de los síndromes de miopatía de captura y estrés social postcaptura.
4.2.5. Manejo en cautividad: Se perfeccionarán las técnicas de marcaje e individualización. Se elaborará la dieta alimenticia más adecuada. Se establecerá el calendario sanitario más conveniente.
4.2.6. Identificación y selección de las zonas de suelta, de acuerdo con lo establecido en el apartado 3.
5. Cooperaciones.
5.1. Teniendo en cuenta que el área de distribución actual del bucardo está incluida en su casi totalidad en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se establecerán los mecanismos más adecuados de cooperación con el Organismo competente en la gestión de este Parque, con la finalidad de asegurar el cumplimiento del objetivo de este plan.
5.2. Con la finalidad de asegurar el cumplimiento del objetivo de este plan y en especial de los apartados 3 y 4, se establecerán los mecanismos más adecuados de cooperación con los Organismos competentes.
5.3. Considerando que el área de distribución del bucardo comprendía más vertientes de la Cordillera Pirenaica, se potenciará la colaboración con la Administración Francesa competente en la materia.
6. Divulgación y sensibilización.
6.1. Divulgación.
Con la finalidad de asegurar la máxima difusión del contenido de este plan, se elaborará el material divulgatorio más conveniente.
6.2. Sensibilización.
Se realizarán las oportunas campañas de información y sensibilización, con especial dedicación a los colectivos directamente afectados, sobre las campañas de captura y reintroducción.
7. Ejecución y coordinación.
7.1. Corresponde a la Dirección General de Conservación del Medio Natural la aplicación y el seguimiento de las directrices y actuaciones previstas en el presente Plan de Recuperación.
7.2. A efectos del mejor cumplimiento de los objetivos definidos en el Plan de Recuperación, el Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes designará un coordinador entre el personal adscrito a la Dirección General de Conservación del Medio Natural.
7.3. Para la mejor aplicación de las medidas técnicas previstas en el presente Plan, así como para la resolución de los aspectos imprevistos que pudieran presentarse en tal aplicación, será norma del procedimiento habitual de la
Dirección General de Conservación del Medio Natural evacuar cuantas consultas considere precisas a los
especialistas oportunos.
8. Seguimiento.
8.1. Para el mejor seguimiento del desarrollo del Plan de Recuperación, se establece que el Coordinador mencionado en el punto 2 del apartado anterior elaborará anualmente un programa priorizado de actuaciones a desarrollar en el ejercicio siguiente y una memoria de resultados del ejercicio finalizado.
8.2. Ambos documentos serán remitidos para su conocimiento e informe preceptivo al Consejo de Protección de la Naturaleza.
8.3. La aprobación provisional del programa priorizado de actuaciones y de la memoria de resultados corresponderá
a la Dirección General de Conservación del Medio Natural, quien lo elevará a la aprobación definitiva del Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes.
8.4. Cuando sea posible, las actuaciones que se realicen al amparo de lo dispuesto en este Plan, contendrán
mecanismos para la evaluación de su eficacia. De la misma forma, se arbitrarán medios para la evaluación periódica del grado de aceptación social del Plan de Recuperación.
9. Duración y revisión.
9.1. Este Plan de Recuperación no tiene una duración determinada, sino que ésta vendrá dictada por el cumplimiento del objetivo programado.
9.2. Cada cinco años se procederá a una revisión en profundidad del Plan, incluyendo en dicho proceso tanto la redefinición de la finalidad y los objetivos generales, como el detalle de las actuaciones concretas previstas para su cumplimiento.

*Modificado por Decreto 217/1996, de 11 de diciembre. BO Aragón 27 diciembre 1996, núm. 151/1996
Artículo único.
Se amplían las previsiones del Plan de Recuperación del bucardo, aprobado por el Decreto 97/1993, de 18 de agosto, de la Diputación General de Aragón, por el que se aprueba el Plan de Recuperación del bucardo o cabra montés pirenaica, en lo referente al epígrafe 6. Directrices y actuaciones, añadiendo un apartado 3 bis, con la siguiente redacción:
«3 bis. Conseguir la recuperación parcial del genoma original del bucardo mediante la reproducción in situ de los ejemplares de bucardo existentes con ejemplares fértiles procedentes de poblaciones ibéricas no pirenaicas de cabra montés.
Para conseguir este objetivo, serán liberados, en las localidades que se definen en el punto 2, los ejemplares de cabra montés ibérica no pirenaica que se consideren necesarios, de acuerdo con los siguientes principios:
1. Procedencia de los animales: Dada la crítica situación demográfica actual de la población de bucardo, debe primar la disponibilidad inmediata de los animales que vayan a ser liberados sobre el criterio de su procedencia.
2. Ambito territorial: Los ejemplares introducidos serán liberados en el área de distribución actual del bucardo en el Pirineo aragonés, correspondiente al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
3. Se soltará el número de ejemplares pertinente, considerando el objetivo perseguido con su suelta y la información científica disponible sobre la biología, la ecología y la etología de la cabra montés.
4. Todos los ejemplares de cabra montés que se utilicen deberán ser sometidos a un período de cuarentena, que garantice que no son portadores de agentes patógenos que puedan afectar negativamente a los ejemplares de bucardo o a los ejemplares que hayan sido liberados con anterioridad.
5. Seguimiento de los ejemplares liberados: Todos los ejemplares de cabra montés que se utilicen, deberán estar equipados con sistemas que permitan su localización a distancia, estableciéndose además un programa específico de seguimiento, así como un procedimiento de control que debe permitir su eliminación en caso de no cumplirse los objetivos previstos.
6. Destino de los ejemplares obtenidos: Todos los ejemplares que se obtengan en aplicación de lo dispuesto en esta directriz constituirán el material biológico para el programa de reproducción, que deberá ser diseñado en coherencia con sus características genéticas».

DISPOSICIONES FINALES
Primera.-Se faculta al Consejero de Agricultura y Medio Ambiente a dictar cuantas disposiciones sean necesarias para la ejecución, desarrollo y cumplimiento del presente Decreto.
Segunda.-El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial de
Aragón».

DICTAMEN SOBRE EL ESTADO DE EJECUCIÓN DEL PLAN DE RECUPERACIÓN DEL BUCARDO


Descargar el documento del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón

El presente dictamen, se emite a solicitud del Departamento de Agricultura y
Medio Ambiente de la Diputación General de Aragón y a raíz de lo regulado en  el
Decreto 97/1993, de 18 de agosto, de la Diputación General de Aragón, por el que se
aprueba el Plan de Recuperación del Bucardo o Cabra Pirenaica
El bucardo (Capra p. pyrenaica) se encuentra incluido en el Catálogo Nacional de
Especies Amenazadas de Aragón regulado mediante el Real-Decreto 439/1990, de 30 de
marzo y en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón regulado mediante el
Decreto 49/1995, de 28 de marzo de la Diputación General de Aragón, quedando
recogido en ambos en la categoría de “en peligro de extinción”.
La inclusión de una especie en el Catálogo de Especies Amenazadas en la
categoría de “en peligro de extinción”, conlleva, de acuerdo con lo que establece la Ley
4/89, de 27 de marzo, de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna
Silvestres, una serie de prohibiciones genéricas, así como la redacción de un Plan de
Recuperación de la misma, el cual está vigente desde septiembre de 1993.
A este respecto, y tras la remisión de un informe sobre el estado de ejecución del
Plan de Recuperación del Bucardo y la posterior explicación del mismo en la
comparecencia ante el Pleno del Consejo del Sr. Guiral y el Sr. Folch; se procede al
estudio del referido texto, su debate y deliberación en la Comisión de Espacios
Naturales Protegidos, Flora y Fauna Silvestres del  Consejo de Protección de la
Naturaleza, y  por unanimidad se acuerda:
 
Emitir la siguiente propuesta de dictamen con relación al estado de ejecución
del Plan de Recuperación del Bucardo.

Estudiadas las recomendaciones y medidas de urgencia adoptadas por los técnicos
del Comité Asesor para el Plan de Recuperación del Bucardo y teniendo en cuenta la
situación de extrema gravedad en que se encuentra esta especie, se consideran acertadas
las iniciativas que se están llevando a cabo, no existiendo, a priori, otras alternativas de
actuación.
 
Desde el Consejo de Protección de la Naturaleza se apoya la opción de conservar
el material genético del bucardo, a partir de células epiteliales del único ejemplar
hembra existente en la actualidad, como única medida para posibilitar en un futuro, con
los avances científicos y tecnológicos en el campo  de la genética, otras medidas de
actuación. El Consejo quiere dejar constancia de la importancia y urgencia de que se lleven a
cabo estas medidas y de la necesidad de mantener el menor tiempo posible a la bucarda
en cautividad, una vez que se compruebe que los cultivos celulares son positivos,
considerando las experiencias anteriores y sopesando los riesgos.

Por otra parte, el Consejo desea aprovechar esta circunstancia para insistir en la
oportunidad de un debate en torno a la introducción de especies foráneas en aquellos
lugares donde hayan desaparecido, debiéndose estudiar en profundidad este tema y
establecer unas pautas comunes de actuación reguladas bajo una legislación común.
En resumen, tras la consideración de todos los elementos expuestos en el citado
Plan, este Consejo valora positivamente las actuaciones que se están llevando a cabo y
se manifiesta a favor de todas las medidas de urgencia adoptadas.
Lo que con el Vº Bº del Sr. Presidente, en la ciudad de Zaragoza a 20 de Abril de
mil novecientos noventa y nueve, como Secretario del Consejo de Protección de la
Naturaleza de Aragón,

CERTIFICO:
       
            VºBº  

   EL PRESIDENTE                   EL SECRETARIO
     Fdo. José A. Sánchez Navarro             Fdo. Carlos Ontañón Carrera

CONTRA LA CLONACION DEL BUCARDO

Ecologistas en Acción se opone a los planes del Gobierno de Aragón
Leer la noticia publicada en varios medios de comunicación

El Gobierno de Aragón continúa con su proyecto de clonación del bucardo. Para Ecologistas en Acción no se dan las condiciones técnicas, científicas y sociales que permitan la recuperación de la especie en la naturaleza, por lo que considera que no se debe seguir adelante con el proyecto.

El 6 de enero de 2000 apareció muerto en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido el último ejemplar de bucardo, dando oficialmente por extinguida esta subespecie de cabra montés, aunque ya bastantes años atrás, el número de ejemplares existentes era insuficiente para mantener la población.

10 años después, en pleno inicio de la celebración del Año Internacional de la Diversidad Biológica, está claro que siguen siendo insuficientes las medidas políticas y técnicas encaminadas a evitar su pérdida. En el propio Aragón, 221 especies recogidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de esta comunidad siguen sin contar con el oportuno plan de gestión, al que se comprometió el Gobierno de Aragón hace 15 años.

Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de actuaciones necesarias para evitar la pérdida de especies y hábitat amenazados, el Gobierno de Aragón pretende considerar como prioritario, curiosamente cuando no puso las medidas oportunas para evitar su desaparición, continuar con el proyecto de clonación del bucardo.

En 2003 y en el más absoluto secreto, tras implantar 54 embriones, conseguidos a través del material genético del último ejemplar de la especie, en varias hembras de cabra montés de la población de Beceite, habría nacido un ejemplar, todavía no formado en su totalidad, que vivió unas pocas horas. Tras este fracaso el Gobierno de Aragón, o al menos así lo trasmitió a la opinión pública, decidió abandonar el proyecto.

En 2005, se modifica el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón y entre otras novedades crea la categoría de especie “extinta” para incluir el bucardo. Esta catalogación conlleva la necesidad de redactar un plan de reintroducción de la especie “siempre que las condiciones técnicas, científicas y sociales lo permitan”.

Para Ecologistas en Acción estas condiciones no se cumplen y considera inviable en el momento actual crear una población de Bucardo que pueda sobrevivir en plena naturaleza. Sin embargo, el Gobierno de Aragón sigue adelante con su proyecto de clonación, utilizando recursos públicos que serían mucho más necesarios en materias de conservación de biodiversidad. De los pocos datos económicos que existen sobre el proyecto se sabe que en 2001 se destinaron un mínimo de 300.000 € de fondos públicos.

Las condiciones técnicas, científicas y sociales no se dan en la actualidad por los siguientes motivos:
- Falta de planificación. Si no se ha redactado un plan de reintroducción, ¿cuál es el objetivo de seguir adelante con la clonación de la especie?
- El comité científico asesor del Plan de recuperación del bucardo desaconsejó usar la clonación para su recuperación.
- Los últimos ejemplares tenían una tremenda deriva genética, por consanguineidad, dado que durante muchos años la población estuvo por debajo del umbral mínimo para ser viable. Además el material genético proviene de un solo individuo homocigótico, una hembra de avanzada edad, con graves problemas patológicos y de infertilidad.
- Todos los ejemplares obtenidos por este sistema serán genéticamente idénticos.
- Una especie también esta definida por su fenotipo, que además de la herencia genética incluye la influencia de su “ambiente” (comportamiento aprendido, acceso a la alimentación, adaptación al medio…) que es lo que asegura su identidad como bucardo y su mayor posibilidad de supervivencia como individuo.
- Se plantea un debate ético sobre la clonación de especies silvestres, pudiendo extraerse la idea equívoca de que se puede manejar especies en cautividad o su material genético en laboratorios para reponerlos posteriormente, permitiendo así la realización de infraestructuras que influyen en su desaparición o no considerando prioritario la conservación in-situ.

En base a estas consideraciones, Ecologistas en Acción considera que está claro que el proyecto de clonar el bucardo no es para la recuperación efectiva de la especie, sino más bien tiene tintes de propaganda política, por lo que hay que preguntarse si es conveniente seguir con dicho proyecto. Para la organización ecologista se debería paralizar el proyecto.

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Ecologistas en Acción solicita la paralización de la clonación del bucardo

Aragón retoma el proyecto para recuperar el bucardo clonando la última hembra


I. ARISTU. Zaragoza - 30/11/2008   
Descargar el artículo publicado en Heraldo de Aragón

En 2003 ya se logró que naciera una bucarda gestada por una cabra, pero murió a los pocos minutos por un problema respiratorio.

El Gobierno de Aragón ha retomado el proyecto para tratar de clonar el último bucardo y dar así un paso fundamental tanto para la recuperación de esta especie extinguida hace casi nueve años como para convertir a la comunidad en un referente nacional en el campo de la genética. El Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad va a contratar a un experto en biotecnología de la reproducción y en clonaciones que se incorporará al Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) para reforzar el equipo de científicos que en el 2003 ya logró que el bucardo reviviese durante unos minutos.

Aunque entonces no se hizo público, el primer proyecto para intentar clonar al bucardo consiguió que una cabra gestase y diese a luz una cría genéticamente idéntica a Celia, la hembra vieja que falleció en enero del 2000 en el Parque Nacional de Ordesa. El animal murió a los pocos minutos por un problema respiratorio, pero su nacimiento ya supuso un hito científico: por primera vez en la historia, y aunque fuera por muy poco tiempo, se logró devolver a la vida una subespecie totalmente extinguida.

Ahora, el reto es conseguir un bucardo que llegue a ser adulto. La tecnología actual solo permite obtener hembras réplicas de Celia, ya que no se guarda material genético de ningún macho. No obstante, con esos clones y un largo proceso de cruce con otros tipos de cabrá montés, podría conseguirse una especie casi idéntica.

Además, según distintas fuentes consultadas, los constantes avances en el campo de la genética no permitan descartar que algún día se puedan clonar machos de bucardo a partir de células muertas -las de Celia están vivas y congeladas en distintos laboratorios-.

El bucardo era una subespecie de cabra montés ibérica propia del Pirineo que ocupaba toda la cordillera, pero la presión cinegética hizo que poco a poco fuera retrocediendo hasta quedar restringida al macizo de Monte Perdido. A pesar de los esfuerzos por recuperar esa población, a finales de los ochenta solo quedaban unos 10 ejemplares, en 1990 se observó el último macho y en el 2000 murió Celia.

Los últimos años de vida de la especie coincidieron con el bum de la clonación -en 1996 nació la oveja Dolly-, y eso hizo que en Aragón se decidiese capturar algún bucardo para obtener muestras genéticas. Desde ese primer momento, el científico que ha liderado el proyecto ha sido José Folch, jefe de la unidad de Tecnología en Producción Animal del CITA.

"Cuando solo quedaba una hembra, decidimos que era necesario conservar su ADN -recuerda Folch-. Fue difícil, pero finalmente logramos capturar a Celia y coger células de la oreja y de la zona inguinal que permanecen congeladas en tres laboratorios".

Un primer intento

Una vez extinguido el último bucardo, se puso en marcha un proyecto para clonarlo en el que participaron el CITA, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) de Madrid, el Instituto Nacional de la Investigación Agronómica (INRA)de París y el de Tours.

"Hubo que reunir a expertos en más de una decena de técnicas. Algunos venían, hacían su parte del trabajo y se marchaban, pero todo se centralizó en el CITA -cuenta Folch-. En un primer intento conseguimos que dos cabras quedaran preñadas, pero abortaron a los 45 días de gestación. Fue a la segunda cuando logramos que una cabra diese a luz una bucarda".

Este investigador destaca que los problemas respiratorios que provocaron la muerte del animal son habituales en los procesos de clonación y resta importancia al hecho de que desde entonces el proyecto quedara aparcado. "Por desgracia, la cría murió a los pocos minutos, pero lo importante es que logramos demostrar que las células de Celia están vivas y pueden utilizarse para clonarla -afirma-. Parece que ahora va a retomarse el programa, pero da igual que se haga antes o después: la vía para la clonación está abierta".

Folch recuerda que esta técnica ya es algo relativamente habitual: se han clonado perros, gatos, caballos, muflones... El problema es que en todos esos casos había otros individuos de la misma especie que podían utilizarse para gestar el óvulo modificado genéticamente, algo que no sucede con el bucardo.

El proceso

"Como no quedan bucardas, tenemos que utilizar otro animal, y los ritmos de reproducción son distintos -explica Folch-. Por eso hubo que hacer muchos trabajos previos hasta determinar que como madre de alquiler teníamos que usar una cabra proveniente del cruce entre una cabra doméstica y un macho de cabra montés de Beceite".

Para llevar a cabo cualquier clonación hacen falta tres animales: el que se quiere duplicar -la bucarda Celia-, el que aporta el óvulo que se reprogramará genéticamente -una cabra doméstica- y el que gestará el óvulo ya modificado -el cruce entre una cabra doméstica y un macho de cabra de Beceite-.

De forma esquemática, el proceso comenzará extrayendo de un óvulo de cabra doméstica el núcleo, donde se encuentra la información genética. Esos cromosomas se sustituirán por los de una célula de Celia, lo que convertirá el óvulo en un embrión listo para desarrollarse con la información genética del último bucardo.

A partir de ahí comenzará la fase más delicada, ya que ese embrión modificado se tendrá que implantar en el útero de la cabra que hará de vientre de alquiler. El animal tendrá que quedar preñado y gestarlo adecuadamente hasta dar a luz una réplica de Celia -la cría clonada en 2003 nació por cesárea-.

Para participar en todo este proceso, el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad contratará a un científico que ya haya desarrollado técnicas de clonación. Lo hará a través de la fundación Aragón I+D, la entidad encargada de captar investigadores ya formados que pongan en marcha nuevas líneas de trabajo pioneras en la comunidad. El proceso de selección ya ha empezado.

EL BUCARDO QUE REGRESO DE LA EXTINCIÓN DURANTE 10 MINUTOS


Por CLEMENTE ÁLVAREZ (SOITU.ES)
06-02-2009 
Un bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica), la subespecie de cabra pirenaica extinguida en el año 2000, volvió a vivir entre 5 y 10 minutos, el tiempo que sobrevivió el primer clon de cabritilla nacida en un laboratorio. La noticia ha saltado estos días, pero ocurrió en realidad en 2003. "No ha sido hasta ahora que hemos mandado el trabajo a una revista científica, 'Theriogenology'", cuenta José Folch, director del proyecto.
Wikimedia
La subespecie desaparecida.
Todo lo que queda sobre la faz de la tierra de este linaje de cabra son unas muestras congeladas en nitrógeno líquido de la última bucarda que vivió en el Pirineo aragonés, una solitaria hembra que murió aplastada por un árbol en enero de 2000. Tras desaparecer la subespecie, comenzó entonces un proyecto de investigadores españoles y franceses para tratar de devolverla a la vida por medio de la clonación, una idea popularizada por películas de ciencia ficción como'Jurassic Park' que desde hace tiempo investigadores de distintas partes del mundo tratan de convertir en realidad para resucitar a especies extinguidas hace ya mucho, como el Mamut.
En el caso del bucardo, el equipo que desde entonces trata de dar vida a la subespecie con la misma técnica de clonación usada con la oveja Dolly está formado por científicos de laboratorios del CITA en Zaragoza, el INIAen Madrid, y el INRA en París y Tours. Y, en 2003, se informó de los primeros resultados concretos del proyecto: No se había logrado ningún nacimiento, pero sí que dos cabras montesas de otra variedad gestasen durante dos meses embriones en cuyo núcleo se había insertado el material genético de bucardo. "Fracasa la primera clonación de un animal extinto en España", titularon la mayoría de los medios.
Sin embargo, hubo más. Entonces no se hizo público, pero poco después, a lo largo de ese mismo año, también se consiguieron otras tres gestaciones interrumpidas y, sobre todo, un nacimiento. Como explica Folch, del CITA del Gobierno de Aragón, una cabra llevó a buen término una gestación completa y dio a luz una hembra de bucardo que vivió entre 5 y 10 minutos. Durante ese tiempo efímero, una pequeña Capra pyrenaica pyrenaica volvió a resucitar la subespecie para el planeta, para extinguirse de nuevo por unos defectos pulmonares. Adiós de nuevo al bucardo.
"Este nacimiento es muy importante, pues ahora tenemos la absoluta seguridad de que las células que tenemos congeladas pueden dar un animal vivo", detalla el director del proyecto. "Ahora sabemos que valen, si no lo conseguimos nosotros, entonces lo harán otros". Como explica este investigador, la 'madre de alquiler' que dio a luz a la cabritilla era un cruce entre un macho de cabra montés y una hembra de cabra doméstica, pero también se han conseguido gestaciones con hembras de cabra montés.
Los restos sin vida de la cabritilla de bucardo clonada fueron analizados y después incinerados. "Desgraciadamente, las técnicas de clonación tienen una eficiencia muy baja", cuenta Folch, "sólo entre el 1 y el 3% de los experimentos de clonación terminan en el nacimiento de un animal normal". Aún así, para el investigador, la muerte de la cabritilla no resta interés a lo logrado con su nacimiento. "Si bien no tenemos excesiva prisa, el proyecto sigue".
¿Cómo es que no se ha intentado publicar antes el trabajo? "Bueno, no hay que olvidar que somos un centro de agroalimentación", contesta el investigador, "hemos tenido otras prioridades".
Los menos de 10 minutos que vivió la cabritilla de bucardo no parecen mucho para el desafío que supone resucitar toda una subespecie. Y habrá que ver lo que ocurre con la publicación científica del experimento. Sin embargo, son suficientes para disparar la imaginación y para replantearse algunas preguntas: ¿Estás de acuerdo que se intente resucitar a este animal por medio de la clonación?

ARRANCA EL PROYECTO PARA CLONAR EL BUCARDO

EFE Madrid
Tres equipos de científicos –dos españoles y uno francés– han puesto en marcha un proyecto de investigación con el objetivo final de clonar el bucardo y recuperar esta subespecie de cabra montés, cuyo último ejemplar, una hembra, murió el pasado año en el Pirineo aragonés. El proyecto será coordinado por el Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA) del Gobierno de Aragón y por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), y en el mismo participará además el Instituto Nacional de la Investigación Agraria de Francia.

El director del proyecto, José Folch, perteneciente al Servicio de Investigación aragonés, explicó que el programa está en una fase muy temprana y que será preciso todavía celebrar varias reuniones entre los responsables de los tres equipos implicados en el mismo para coordinar los trabajos.
Según datos facilitados por el INIA, el importe inicial del proyecto asciende a 28,5 millones de pesetas y el objetivo de la investigación es poner a punto la tecnología de clonación a partir de células de cabra. La aplicación práctica que se persigue, según este Instituto, es la clonación de esta especie extinta, utilizando como donadoras de óvulos a cabras montesas procedentes de Beceite (Teruel), por ser la subespecie genéticamente más parecida al bucardo.

El último ejemplar de bucardo era una hembra que estaba siendo controlada mediante un collar de radio-seguimiento y que falleció en su hábitat el pasado año, aunque unos meses antes de su muerte el animal fue capturado y se tomaron muestras de diferentes tejidos con el fin de almacenar células congeladas.
Las células procedentes de dichos tejidos fueron cultivadas y preservadas en nitrógeno líquido y, por decisión del Gobierno de Aragón, están depositadas en el Servicio de Investigación Agroalimentaria Aragonés y en el INIA.

José Folch precisó que la primera fase del proyecto debería concluir con la clonación en España de un bucardo hembra y señaló que a partir de ahí se podría intentar la recuperación de un ejemplar macho, aunque insistió en que ésta será una investigación que durará varios años y en que no se pueden todavía concretar detalles.

LA EXTINCIÓN DEL BUCARDO

El 6 de enero de 2000 fue encontrada muerta la última Bucarda (Capra pyrenaica pyrenaica) en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca).

La cabra montes, especie endémica de la Península Ibérica, ha sido históricamente objeto de polémica por su división subespecífica. En 1914 Cabrera distinguió cuatro subespecies, basándose en el diseño de las manchas negras en el pelaje de los machos adultos, en el tamaño de sus cuernos y en el tamaño total. Fruto de aquel estudio las poblaciones de cabra montes quedaron divididas en cuatro subespecies, el bucardo del Pirineo, la cabra montes de Gredos (Capra pyrenaica victoriae), la cabra del sur y este de la Península Ibérica (Capra pyrenaica hispanica) y la cabra montes que se extendía por el norte de Portugal, Galicia, y montañas cantábricas (Capra pyrenaica lusitanica). Esta subespecie fue la primera en extinguirse, hacia 1890.
Aunque la polémica sobre esta división subespecífica ha sido intensa, desde 1995 los análisis genéticos realizados sugieren la existencia de diferencias relativamente importantes entre el bucardo y el resto de las subespecies. Dicha confirmación llegó cuando su extinción era ya inevitable.
El 6 de enero de 2000 apareció muerta en el paraje de la Faja de Pelay, dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido el último ejemplar de bucardo. Aunque dicha muerte equivale al certificado de defunción de esta subespecie, la realidad es que se encontraba en estado terminal desde hace décadas.
Desde principios de este siglo el bucardo estaba considerado como una especie en regresión, lo que motivó que en 1918 se declarase el valle de Ordesa como parque nacional, protegiendo también albucardo. La última evidencia de cría de esta especie data de 1987, y en 1990 se cifró su población en diez ejemplares, aunque existen serias dudas sobre dicha estimación. Sin embargo no fue hasta 1994 cuando se iniciaron los trabajos de campo, en los que se detectaron sólo tres hembras, capturándose una de ellas en enero de 1996, la cual murió al poco tiempo.
Posteriormente, en 1997, se llevaron hasta Ordesa dos machos de cabra montes, de otra subespecie, provenientes de Beceite, con el objetivo de cubrir a la última bucarda, de avanzada edad, no obteniéndose ningún resultado. Finalmente en 1999 se capturó el último ejemplar para tomar muestras de ADN, liberándose posteriormente, hasta que el pasado 6 de enero de 2000 se la encontró muerta.
En la extinción del bucardo han participado muchos factores, la caza ilegal, las molestias causadas por la masificación turística, la competencia con el sarrio, la endogamia, las enfermedades, y especialmente la combinación de todas ellas. Las responsabilidades deben buscarse en todas las administraciones competentes, estatal y autonómica, de las últimas décadas, incluyendo el Ministerio de Medio Ambiente. Sin duda las iniciativas para conservar el bucardo debían haberse iniciado muchos años antes, y tenían que haber incluido la conservación estricta de su hábitat. Sin embargo, en ocasiones los intereses turísticos, facilitando el acceso a los visitantes, han primado sobre la conservación del hábitat del bucardo. También proyectos como el desvío y canalización del río Arazas, para construir el aparcamiento actual, así como algunas de las instalaciones del parque han podido influir negativamente.

LA MUERTE DEL ULTIMO BUCARDO

La extinción de una subespecie única de cabra hispánica muestra el fracaso del plan ideado para salvarla
CONCHA MONTSERRAT


Descargar el artículo completo, publicado en el Diario El País el 17 de enero de 2000

El día de Reyes vio su fin. Atrapado bajo un árbol caído en la Faja Pelay, en plena serranía del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca), el último bucardo expiró. Era una hembra con un porte robusto de 50 kilos y los característicos cuernos en forma de lira, que la diferenciaban del resto de cabras montesas. Su muerte, y con ella la de una subespecie única en el mundo, no sorprendió a los técnicos de la guardería forestal que la hallaron. Casi un año antes, a finales de 1998, cuando falleció la otra hembra, ya se daba por extinguida.Es más, la desaparición de esta subespecie de cabra pirenaica, que ha mostrado el fracaso del ambicioso plan de recuperación emprendido hace seis años, era un hecho del que se venía alertando desde hace 66 años. El 13 de julio de 1933, dos comisionados enviados para informar sobre los parques de Covadonga y Ordesa (según recoge la próxima edición de la Historia de los parques nacionales, de Rosa Pradas y Joaquín Fernández) afirmaban: "No hemos conseguido ver ni un ejemplar de bucardo, y las noticias de los guardas y personas conocedoras del parque acerca del particular son muy confusas y poco tranquilizadoras: uno de los guardas cree que podrá haber unos 30, otro dice que a lo sumo habrá 20 y el tercero asegura que los ha visto algunas veces, pero sin precisar cuándo ni calcular los que pueda haber. Por todo ello, opinamos que procedería hacer por personas competentes, a presencia de elementos de esta Comisaría, un reconocimiento que permitiese tener una idea aproximada de su número, pues es realmente extraño que habiendo transcurrido 15 años desde la declaración del parque no haya un gran número, si realmente existían algunos en dicha fecha y los guardas del parque han cumplido con su deber".

Quienes han participado desde 1993 en el plan de recuperación con ayudas de la Unión Europea intentan buscar explicaciones mientras mantienen a buen recaudo tres muestras de sus células tomadas en abril del pasado año.Sesenta y siete años después, cuando la especie ha desaparecido, la comunidad científica, los ecologistas y los conservacionistas se sienten embargados por un sentimiento de frustración. Pero, más allá de toda duda, en el mundo conservacionista se cree que los científicos han dejado pasar el tiempo en discusiones sobre qué alternativa era la más adecuada para evitar la extinción.

Biólogos, veterinarios y guardas forestales recuerdan las más de seis mil horas de vigilancia de estos ejemplares en la zona más abrupta de Ordesa y repasan las circunstancias que han llevado a su fin.

El director general del Medio Natural de la Diputación General de Aragón (DGA), Carlos Ontañón, apunta que cuando se inició el plan de conservación apenas quedaban una docena de ejemplares. Eran muy pocos. Factores como la consanguinidad -se reproducían entre una pequeña manada- y la afinidad genética contribuyeron a su degradación como especie. Las primeras señales de alarma se remontan a finales del siglo XIX, cuando una de las cuatro subespecies de la cabra hispánica, la lusitánica, desapareció. Los bucardos, especies pirenaicas, quedaron reducidos a Ordesa, parque nacional desde 1917, creado con una filosofía propia de principios de siglo, "no para proteger las especies o una especie en concreto, sino para proteger aquellos santuarios de la naturaleza como ideó el marqués de Villaviciosa".

Con esta figura de protección se conservaba el paisaje y, de paso, se vigilaban las especies que habitaban en él. El bucardo sobrevivió con un centenar de ejemplares. "Es difícil de precisar cuántos eran, porque no tenemos datos ni informaciones precisas. Hay que tener en cuenta que es una especie difícil de controlar, que vive en territorio abrupto y que durante un tiempo, por necesidades o por otras causas, se cazó con plena libertad", señala un biólogo.

El director general del Medio Natural no cree que la caza diezmara la especie. "Hoy, la hispánica se localiza en el litoral catalán de Tortosa; en el Maestrazgo se extiende en Beceite, y se mantiene en Gredos y las cordilleras Bética y Penibética", razona.

Al asumir las competencias de medio ambiente en 1989, la comunidad autónoma de Aragón elaboró un catálogo de animales en peligro de extinción y no fue sino hasta cuatro años después cuando el Gobierno regional puso en marcha el plan de recuperación del bucardo. De poco sirvió. Un comité de científicos integrado por biólogos, veterinarios, investigadores autonómicos y la universidad acometió la tarea de elaborar el inventario de los bucardos supervivientes cuando ya se temía que no quedara ninguno.

El primer intento para rescatarlo de esta pendiente consistió en agruparlos con cabras montesas de Beceite para intentar su cruce, sin ningún resultado. En 1998 se capturaron dos ejemplares con la idea de intentar cruzarlos en cautividad en La Garcipollera de Jaca, una finca de la Diputación General de Aragón.

Pero la bucarda era vieja y se murió. Fue entonces cuando se empezó a estudiar las posibilidades de una clonación. En abril de 1999 se capturó la única bucarda superviviente, se le aplicó un aparato para controlar sus movimientos y se le tomaron tres muestras. Dos de ellas están depositadas en el Servicio de Investigación Animal de la DGA, y la otra, en el Centro de Investigación y Estudios Medioambientales (CIEMAT) de Madrid.

Ontañón recuerda que el animal estaba en perfecto estado de salud. Bien nutrida, con peso y pelaje. "No teníamos señales de ella hasta el día de Reyes, cuando la encontramos muerta. La especie se había perdido".

"Habrá que ver qué se hace ahora, porque era un ejemplar único en el mundo; no es el caso del oso, aunque también esté amenazado. El bucardo ha desaparecido para siempre del planeta", dice Ontañón. Con sabor agridulce, afirma que la frustración embarga no sólo al comité científico, sino a toda la sociedad, por la pérdida de un eslabón con la naturaleza.

EL BUCARDO DE LOS PIRINEOS: HISTORIA DE UNA EXTINCIÓN

R. GARCÍA-GONZÁLEZ1 Y J. HERRERO2,1

1. Instituto Pirenaico de Ecología CSIC, Apdo. Correos 64. 22700 Jaca.
2. Universidad de Alcalá, Área de Ecología. 28871 Alcalá de Henares.

Descargar el artículo completo en PDF publicado en la Revista Galemys en 1999

INTRODUCCIÓN

La cabra montés de los Pirineos (Capra pyrenaica pyrenaica Schinz, 1838), localmente llamada bucardo, es uno de los pocos grandes mamíferos europeos al borde de la extinción (Natura 2000 Newsletter, Feb. 1999). En la reciente revisión realizada por el Specialist Caprinae Group de la IUCN era catalogado como “En Peligro Crítico” (CR) (Shackleton 1997). En el momento actual podría decirse que el bucardo se encuentra virtualmente extinto. Durante los dos últimos años tan sólo se tiene constancia de la existencia de una hembra vieja en la zona refugio del Valle de Arazas en el Pirineo Central. Los esfuerzos realizados en la búsqueda de más individuos en otras zonas cercanas han sido infructuosos (Seijas 1998).
A mediados de los años 90 se constataba la casi segura ausencia de machos. Desde ese momento la subespecie estaba condenada a la extinción, al menos en su estado natural. Sin embargo, durante los últimos 10 años se han dedicado muchos más esfuerzos por lograr su recuperación que en todo lo que va de siglo. Importan¬tes medios económicos y técnicos se han puesto a disposición del objetivo de su recuperación. Desafortunadamente se emprendieron demasiado tarde. El texto que sigue es una breve descripción de las actuaciones más relevantes llevadas a cabo durante los últimos 10 años, junto con algunas reflexiones y enseñanzas que pode¬mos extraer de cara al futuro.

HISTORIA DEL DECLIVE POBLACIONAL

La cabra montés pirenaica, abundante en la Edad Media según las crónicas cinegéticas de Gaston Phoebus (Astre 1952), fue diezmada posteriormente mediante la caza excesiva, hasta situarla al borde de la extinción a principios de este siglo. Varios trabajos narran la cronología de su desaparición (Astre 1952; Crampe 1991; García-González 1991). Resumidamente, el bucardo desaparece de la vertiente fran¬cesa de los Pirineos a finales del siglo pasado o principios del presente (Crampe 1991). Hacia 1900 desaparece el núcleo que quedaba en el Macizo de la Maladeta, permaneciendo únicamente la población que se asentaba en el Macizo de Monte Perdido. En 1918 se crea el Parque Nacional de Ordesa en el Valle de Arazas, con la misión prioritaria de salvaguardar los pocos ejemplares que sobrevivían en la zona y su hábitat. Los efectivos que se estimaban entonces iban desde la duda de su existencia (Briet 1913), hasta un máximo de 50 ejemplares (Astre 1952). La mera declaración de la figura de Parque Nacional no supuso ninguna garantía para la conservación del bucardo. No se emprendió ninguna medida de conservación ac¬tiva hasta los años 80. No se realizó ningún censo fiable hasta 1990, aunque bien es verdad que el medio extraordinariamente abrupto e intrincado en donde se habían refugiado los últimos individuos (acantilados de 60º de pendiente y 1000 m de alti¬tud intercalados con bosque denso), hacía muy difícil esta labor.
Los períodos de entreguerras y Guerra Civil española, con sus secuelas de inestabilidad social y mayor acceso a las armas de fuego por la población civil, propició un descontrol sobre los últimos ejemplares, hasta tal punto, que se volvió a dudar de su existencia tras consultas a los responsables del Parque (Yebes 1947). La caza ilegal se siguió practicando por lo menos hasta los años 70. La reducida superficie del Parque Nacional (2000 ha hasta su ampliación en 1982), era insuficiente para permitir la expansión natural de la población hacia otras zonas limítrofes, que eran y siguen siendo Reserva de Caza. No es hasta 1956-59 que Couturier (1962) reafirma la existencia de las cabras pirenaicas. En su extenso tratado sobre el genero Capra, cita varias observaciones de bucardo, con grupos de hasta 5-7 hembras en el Ba¬rranco de La Pardina. Narra también, y fotografía, la captura de un macho de bu¬cardo por unos militares que muere al cabo de pocos días (no dice si dentro de los límites del Parque).

Durante los años 60 y 70 la población se estima en torno a los 20-25 individuos según informaciones de la Guardería. En 1981 el director del Parque Nacional, ba¬sándose en las prospecciones realizadas por el guarda Astudillo, liberado durante un año para esta labor, proporciona un censo de 30 individuos (Pascual 1981), cifra sin duda sobrestimada. Durante la década de los 80 se emprenden algunas actua¬ciones destinadas a mejorar el hábitat del bucardo (aprovisionamiento de forraje, clareo y abonado del bosque, declaración del área de campeo como Reserva Inte¬gral) con escaso éxito. En 1987 se realiza la última observación de crías.
Durante la década de 1981 a 1990 una serie de acontecimientos políticos y ad¬ministrativos (transferencia de las competencias de Medio Ambiente a las Comu¬nidades Autónomas, ingreso de España en la Comunidad Europea, publicación del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, relevo del personal responsable de la conservación de especies en la Administración Central), producen un cambio drás¬tico en la política de conservación del bucardo. En 1989-1990 se ponen en marcha dos proyectos de investigación financiados por el ICONA. El primero, llevado a cabo por el Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, con una duración de 15 meses, tiene
como objetivo la realización de un censo de la población de bucardo. La estima¬ción estadística proporciona un rango de variación de entre 6 y 14 individuos, apli¬cando una variante de la técnica de captura-recaptura visual (Hidalgo y García-González 1995). Se realiza también un estudio craneométrico como primera aproxi¬mación a la taxonomía (García-González 1991) y se valoran algunas de las causas que podrían estar impidiendo el desarrollo poblacional, como la competencia con los sarrios (García-González et al. 1992, García-González y Cuartas 1996). El segun¬do proyecto se encarga al Servicio de Investigación Agraria (SIA) de la Diputación General de Aragón y tiene como objetivo el desarrollo de una serie de técnicas de reproducción asistida (principalmente la transferencia de embriones), para inten¬tar recuperar al bucardo en cautividad (Fernández-Arias 1991).
En 1993 se aprueba el Plan de Recuperación del bucardo, cuyo responsable es el Gobierno Autónomo de Aragón (DGA) y tiene categoría de ley. Los objetivos del Plan son garantizar la preservación de la población residual de bucardo y asegurar su recuperación (Hidalgo y Guiral 1995). Diversas actuaciones están previstas: cap¬tura de animales, mantenimiento en cautividad, reproducción asistida, vigilancia de la población in situ, estudios genéticos, etc. La casi totalidad de estas actuacio¬nes son encargadas al mismo equipo de técnicos del SIA-DGA mencionado ante¬riormente. A pesar de que su experiencia se basaba en animales domésticos, este equipo adapta y desarrolla nuevas técnicas con gran esfuerzo y dedicación, resol¬viendo sobre las marcha gran cantidad de problemas técnicos que surgen en el cur¬so de la investigación (Fernández-Arias et al. 1993 y 1997). Desafortunadamente los logros obtenidos, tanto en reproducción asistida, como en el mantenimiento e intento de reproducción en cautividad, han sido desalentadores: durante los 9 años de duración del programa, tan solo una cría de cabra montés (perteneciente a la subespecie hispanica), obtenida mediante transferencia de embriones, ha sobrevi¬vido durante algún tiempo; una hembra de bucardo capturada y mantenida en cau¬tividad en 1996 murió a los 10 meses sin reproducirse.
Como se ha dicho anteriormente, toda una serie de esfuerzos y actuaciones se han emprendido durante la presente década para intentar salvar al bucardo. Un listado de las más importantes se expone en el Cuadro I. Además de las mencionadas, cabe destacar la concesión de un proyecto LIFE por parte de la Comunidad Europea, que durante 1994-98 proporcionó 770.400 Ecus para intentar detener el declive del bucardo (B.O.A., 23.03.94; Aymerich 1994). La evolución del censo de bucardo durante estos 10 últimos años, probablemente ha sido la siguiente:
  • 1990: 6-14 individuos. Presencia de hembras y machos adultos (García-González 1991). 
  • 1994: 4-6 individuos (reelaborado a partir de Seijas 1995). 
  • 1995: 3 hembras adultas (Seijas 1998) 
  • 1996: 2 hembras (una de las 3 presentes en 1995 es capturada y muere en cautividad). 
  • 1997: 1 hembra. Se introducen 2 machos alóctonos para intentar la reproducción in situ. 
  • 1998: 1 hembra. Ausencia de reproducción, aunque probable apareamiento. 
  • 1999: 1 hembra vieja que es capturada y vuelta a soltar, tras tomar muestras que permitan conservar material genético del probablemente último ejemplar vivo (Seijas 1999). 
LA CARACTERIZACIÓN TAXONÓMICA 

El reciente Status Survey and Conservation Action Plan del Caprinae Specialist Group de la IUCN, declara al bucardo como críticamente amenazado, pero condi¬ciona en parte esta prioridad a su status taxonómico (Shackleton 1997). 

Dudas sobre la singularidad taxonómica de las subespecies de la cabra montés ibérica, y del bucardo en particular, han sido puestas de manifiesto en el pasado, ante la debilidad de la caracterización hecha por Cabrera (1911 y 1914). Principal¬mente las críticas, no sustentadas con estudios morfológicos o genéticos, provie¬nen de autores franceses (Couturier 1962; Clouet 1980; Crampe 1991). El cuestionamiento de las subespecies, en muchas ocasiones, ha sido sospechosamen¬te planteado por el interés de reintroducir cabras monteses, procedentes de otras poblaciones ibéricas, en los Pirineos. Las presiones por parte de “lobbys” relacio¬nados con el sector de la caza y de la conservación (Francia), también han sido y son muy importantes. 

Los autores anglosajones (Miller 1912; Ellerman y Morrison-Scott 1951; Corbet 1978), así como la IUCN, siempre han reconocido la diferenciación de las cabras ibéricas actuales en tres subespecies: pyrenaica, victoriae e hispanica. A pesar de la importancia de clarificar la posición taxonómica de las cabras pirenaicas, los estudios genéticos sólo han sido emprendidos recientemente. El estudio craneométrico realizado por García-González (1991), concluía con una clara distinción de las cabras pirenaicas en relación a las de Gredos (C. p. victoriae) y Cazorla (C. p. hispanica), ocupando una posición intermedia entre estas y los íbices de los Alpes (C. ibex) para varios índices craneométricos. Las diferencias se manifiestan sobre todo en las hembras. Las hembras de bucardo son significativamente mayores en peso, tamaño del cuerpo, tamaño de los cuernos y tamaño del neurocráneo, que las restantes ibéricas. El valor medio de estas dimensiones es similar y en algunos casos superior al de las hembras de íbice de los Alpes (García-González 1991 y datos inéditos, Granados et al. 1997).
Durante 1997 y 1998, financiados por los programas LIFE (CE) y el Plan de Re¬cuperación (DGA), se realizaron tres estudios genéticos utilizando muestras de va¬rias poblaciones ibéricas y del íbice de los Alpes. Dos de ellos se basaron en secuen¬cias del ADN mitocondrial (Villalta et al. 1997; Manceau 1999) y el tercero en mar¬cadores nucleares (microsatélites) (Jiménez et al. 1999). Los dos primeros propor¬cionaron resultados similares: la población pirenaica se muestra claramente dife¬renciada del resto de las ibéricas con una distancia genética equidistante entre es¬tas y el íbice de los Alpes. Estos resultados son curiosamente coincidentes con el precursor trabajo de Camerano (1917), quien propuso agrupar las cabras ibéricas en dos especies: C. pyrenaica y C. hispanica. La subespecie victoriae sería el resulta¬do de una hibridación de estas, sin asignarle categoría específica. 

En el estudio de ADN nuclear, realizado en menos poblaciones que los dos anteriores, las diferencias entre las ibéricas se mantienen, pero la distancia genética con el íbice de los Alpes es mucho mayor, y la población de Sra. Nevada queda netamente diferenciada de entre las ibéricas. En este estudio el bucardo revela un altísimo grado de homocigosis (índice de heterocigosis igual a cero en dos hembras analizadas para 10 y 8 marcadores microsatélite, respectivamente). Los tres estudios reconocen, además de la estirpe pirenaica, dos unidades genéticas de conservación que agruparían a las poblaciones del Norte peninsular (Gredos, Tortosa, Muela del Cortés) frente a las del Sur (Sra. Nevada, Cazorla, Ron¬da). Estos resultados sugieren quizás el interés de revisar la taxonomía de C. p. victoriae y C. p. hispanica. 

SITUACIÓN PRESENTE 

Resumiendo, puede decirse que la caza abusiva en el pasado situó a las ca¬bras monteses pirenaicas al borde de la extinción a principios de este siglo. Su persecución las confinó en un hábitat inaccesible para el hombre, pero tam¬bién limitante para su desarrollo poblacional. La declaración de su zona-refu¬gio como Parque Nacional, primero, y como Reserva Integral posteriormente, no han bastado para que la población se recuperase y colonizara nuevas áreas. Sobre las causas que han impedido este desarrollo poblacional se han emitido numerosas hipótesis (Hidalgo y García-González 1995), desde la elevada homocigosis hasta la limitación del hábitat, pasando por problemas sanitarios, tróficos y de competencia interespecífica. El único estudio sobre viabilidad de la población realizado en 1990 por Escós y Alados, atribuía a la población una probabilidad de supervivencia del 22% en los próximos 100 años (García-González et al. 1996). Los importantes esfuerzos y medidas emprendidos en la presente década han llegado demasiado tarde.
De todo este desafortunado proceso quizás podamos extraer algunas enseñan¬zas positivas. Por una lado, la protección de especies amenazadas no puede funda¬mentarse únicamente en la preservación del territorio. Dicha protección a menu¬do implica la limitación o prohibición de los usos humanos y en los casos más rigu¬rosos (Reservas Integrales) la exclusión de presencia humana en la zona (salvo la investigación científica). Para muchas especies fuertemente afectadas por la pre¬sión del hombre, estas medidas pueden ser suficientes. Pero en aquellas en las que la viabilidad de las poblaciones depende en gran medida de factores naturales, es necesario un programa de conservación activa. Dicho programa, unido a un plan de seguimiento, debe ser llevado a cabo con prontitud y con el asesoramiento científico adecuado. 

Los espacios protegidos no deberían ser meros entes administrati¬vos, sino adoptar sólidas estrategias de conservación sustentadas en criterios ecológicos. Por otra parte, el conocimiento científico de las especies que se preten¬den proteger es imprescindible, no sólo para orientar los programas de conserva¬ción, sino simplemente para adaptar la superficie a proteger a los requerimientos ecológico-territoriales de las especies en cuestión. Por último, los problemas de conservación, ya sea de hábitats o de especies, deberían ir acompañados de la co-rrespondiente publicidad e información objetiva, de manera que pudieran generar debates científicos fructíferos y posicionamientos sociales fundamentados. 

PERSPECTIVAS DE FUTURO 

En el momento actual, tan sólo con una hembra superviviente, nos encontra¬mos con la virtual desaparición de la subespecie en estado natural. Algunos labora¬torios propugnan la aplicación de modernas técnicas de ingeniería genética (clonación, hibridación, reproducción artificial), para la reconstrucción del bucar¬do a partir del escaso material genético existente. Dichas propuestas, que a veces esconden intereses de protagonismo y de acaparación de medios económicos, de¬berían ser objeto de un debate amplio, científico y social. La comunidad científica y la sociedad en general, deberían discutir la viabilidad y el papel que pueden jugar estas técnicas, en la recuperación y eventualmente en la restauración de especies en peligro de extinción o ya desaparecidas, antes de ser apoyadas. 

Por otra parte, ante la inminencia de la desaparición del bucardo, también se aprecia un gran interés por introducir apresuradamente cabras monteses de otras poblaciones ibéricas en los Pirineos (Crampe 1991, Manceau et al. 1999). De hecho en Cataluña se han liberado ya cabras de Tortosa-Beceite en las Mon¬tañas de Montserrat a 75 km de los Pirineos. En la Sierra de Guara, en el Prepirineo aragonés, también se encuentra un pequeño núcleo procedente de fincas cercadas. En los Picos de Europa se han reintroducido cabras monteses, más o menos subrepticiamente, a partir del cercado de Riaño, a su vez originarias del tronco Batuecas-Gredos. 

Los ya mencionados intereses cinegéticos, turísticos e incluso los de un conservacionismo mal entendido, imponen fuertes presiones para la restauración de la cabra montés en los Pirineos. A este respecto cabe recordar las reco¬mendaciones realizadas por los organismos internacionales (IUCN, 1987) y los efectos gravemente perniciosos que pueden causar reintroducciones incontroladas (Soriguer et al. 1998). En el caso de la cabra montés en el Pirineo español, baste recordar tan sólo, que no se han realizado estudios de idoneidad de hábitat. Los intentos de introducción de cabras alóctonas en los Pirineos han fracasado en su mayoría. Por otra parte, la extinción de grandes depredadores el siglo pasado, la reintroducción de grandes herbívoros como el ciervo y la disminución de la densidad humana, están produciendo sobreabundancias loca¬les de ungulados. Los daños a los cultivos se multiplican. Los efectos pueden ser tan catastróficos como los descritos para otras zonas (Noy-Meir 1981; León-Vizcaino et al. 1992; Fernández-Morán et al. 1997). 

Si realmente fuera necesario reintroducir mamíferos en los Pirineos, debe¬ríamos preguntarnos si no es más aconsejable la reintroducción de depredadores (por ej. el lince), o una mejor gestión de los hábitats y especies existentes, más que aumentar el número de ungulados, satisfaciendo a menudo disimulados intereses cinegéticos. 

AGRADECIMIENTOS 
Agradecemos las sugerencias y recomendaciones realizadas por Concepción L. Alados, Daniel Gómez, Joaquim Gosálbez y Julio Guiral a la primera versión del presente artículo, las cuales han contri¬buido a mejorar notablemente el texto original. Asimismo agradecemos a Juan Seijas, Alberto Fernández-Arias, Julio Guiral, Rafael Hidalgo y en general, a los gestores responsables del Plan de Recuperación del Bucardo por facilitarnos gran parte de la información recopilada. 

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CUADRO I: Algunos acontecimientos relevantes ocurridos durante los 10 últimos años en relación con la Cabra Montés Pirenaica (bucardo)
1987
-Última observación de crías del año.
1989
-Se publica la Ley 4/89 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, la cual exige a las Comunidades Autónomas la elaboración de un Plan de Recuperación para las especies “En Peligro de Extinción”.
1990
-El Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 439/1990) declara al bucardo como subespecie “En Peligro de Extinción”. -Se lleva a cabo, por parte del IPE-CSIC, el primer proyecto de inventariación, estado actual y caracte¬rización taxonómica del bucardo. Última observación de machos. -Se inicia otro proyecto sobre la puesta a punto de técnicas de transferencia de embriones en la cabra montés por parte del SIA de Aragón. Ambos proyectos son financiados por el ICONA.
1992
-Se incluye al bucardo en los Anejos II y IV de la Directiva de Hábitats de la Comunidad Europea.
1993
-El Gobierno Autónomo de Aragón aprueba (BOA 3.9.93) el Plan de Recuperación del Bucardo (PRB).
1994
-El bucardo es catalogado como “Endangered” en la Lista Roja de la IUCN. -Se aprueba el proyecto LIFE “Conservation of Pyrenean Endangered Vertebrates” para 1994-98. Se destinan 770.400 ecus para intentar detener el declive de la población de bucardo (BOA 23.3.94). -Entre 1990-1994 se introducen 4 individuos estériles de cabra montés alóctonos en el área de campeo del bucardo para favorecer la detección de ejemplares (técnica de “Judas”). Todos ellos mueren sin éxito.
1995
-El Decreto 49/1995 sobre Especies Amenazadas de Aragón (BOA 28.3.95) cataloga al bucardo como “En Peligro de Extinción”. -Se crea el Comité Científico Asesor del Plan de Recuperación del Bucardo (nov. 95).
1996
-En enero se captura una de las tres hembras detectadas los dos años anteriores. Muere en cautividad en octubre sin conseguir que se reproduzca. -A instancias del Comite Científico del PRB se introducen (dic. 96) en el área de campeo del bucardo, dos machos enteros procedentes de la población de Tortosa-Beceite para intentar la reproducción in-situ. Se considera que es una de las pocas oportunidades de preservar algo del material genético de la subespecie
1997
-Aunque los análisis de heces para la detección de preñez resultan positivos (jun. 97) no se constata ningún nuevo nacimiento. -La nueva Directiva de Hábitats de la Unión Europea (97/62/CE) mantiene al bucardo en el Anejo II. -Deja de verse una de las dos hembras que venían siendo controladas.
1998
-El Comité Científico del PRB desestima las propuestas de capturar el único ejemplar que se observa, para seguir intentando la reproducción en cautividad. El Caprinae Specialist Group de la IUCN apoya la medida. -Los machos alóctonos introducidos acompañan a menudo a la hembra de bucardo, sin embargo no se constata ningún nacimiento. -Durante los años 1996 a 1998 se intensifica la búsqueda de ejemplares en otros zonas vecinas sin éxito.
1999
-Por recomendación del Comite Científico Asesor se captura (abril 99) la probablemente única hem¬bra de bucardo viva, para extraer muestras biológicas que permitan la preservación de material gené¬tico para el futuro. Se vuelve a liberar al poco tiempo provista de un collar radio-emisor. Por el momen¬to se desestiman las propuestas de iniciar en proceso de clonación.