miércoles, 8 de febrero de 2012

La DGA abandona el plan para clonar bucardos pese a que logró una cría


La investigación, que seguía la técnica de la oveja Dolly, se paró por falta de financiación pública.

M. NAVARCORENA M. NAVARCORENA 19/02/2007
Descargar noticia completa en El Periódico de Aragón

La técnica de clonación empleada hace más de tres años con el bucardo no fracasó, como hasta ahora se creía. Pero el Gobierno aragonés no muestra interés por la investigación y sigue descartando su financiación. Y eso que con métodos similares a los desarrollados para crear la oveja Dolly, en el año 2003 nació, por cesárea, la primera cría clonada de bucardo, la cabra pirenaica cuyo último ejemplar se extinguió en Ordesa hace seis años.

Se trataba de una hembra prematura, genéticamente idéntica a su predecesora, que murió por problemas respiratorios "típicos de los neonatos" como consecuencia precisamente del desconocimiento existente sobre la reproducción de esta especie silvestre.

A punto estuvo Aragón de lograr, por primera vez en la historia, un clon de una especie extinguida. Pero no se consiguió en el último momento.

"Si hubiéramos tenido un pulmón artificial se le habría tratado a semejanza de como se hace con los bebés prematuros", y muy posiblemente Aragón contaría con el primer animal salvaje de una especie ya desaparecida que se lograba reproducir de esta manera en el mundo, y, a la vez, el primer ejemplar obtenido por métodos de clonación en España.

El éxito
De hecho, los análisis genéticos posteriores realizados a esta cría demostraron el éxito de la técnica empleada, es decir que se había conseguido la reproducción de ejemplares idénticos al original.

Así lo ha confirmado la doctora en Biología María Jesús Cocero, del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), que participó en uno de los equipos de investigación. Un anuncio que coincide en el tiempo con la presentación, un 22 de febrero de hace diez años, de Dolly.

La noticia se suma a las informaciones oficiales de entonces que revelaron que los equipos que trabajaron en el proceso de reproducción en Zaragoza, Madrid y Francia habían logrado que dos cabras montesas quedaran preñadas. Pero ambas abortaron a los dos meses de gestación.

No obstante, el que esta gestación llegara hasta el final sirve para comprender el optimismo demostrado entonces por los científicos, que insistían en que recuperar este animal para la biodiversidad del Pirineo era, y es, cuestión de tiempo.

José Folch, director del proyecto y entonces jefe de la Unidad de Tecnología en Producción Animal del Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA) de Aragón, al ser preguntado ha admitido este nacimiento hasta ahora desconocido, pero se ha negado a hacer más declaraciones ni sobre este hecho ni sobre nada relacionado.

Al mutismo del Gobierno de Aragón sobre semejante avance científico se añade la no renovación del proyecto de recuperación en el 2004. El Ministerio de Ciencia y Tecnología aportó, en el 2001, 240.000 euros (40 millones de las antiguas pesetas) como financiación para dos años de investigación. Y la DGA, 60.000 euros (diez millones de pesetas). Aunque anteriormente, el equipo ya había recibido una primera aportación ministerial.

"Enviamos al ministerio varias propuestas para continuar con la línea de investigación, pero nos las denegaron. Y me harté, porque si las administraciones no tienen interés, yo tengo otras muchas cosas que hacer. Dejamos de trabajar en ello tan solo por falta de financiación. Y las razones no fueron ni la calidad del trabajo realizado, ni la credibilidad del mismo, ni la profesionalidad o el resultado, sino porque así lo decidieron", añade Cocero.

Los laboratorios de Zaragoza y Madrid cuentan en la actualidad con un banco de muestras congeladas de bucardo para futuras investigaciones. Por lo que de decidirse la continuidad de la investigación, no habría problema alguno.

La suerte hizo que en 1999, el equipo que trabajaba en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en la recuperación del bucardo, capturase el último ejemplar vivo de bucardo y le extrajese material genético por si en un futuro pudiera clonarse. Se trataba de una hembra de doce años que un año después --el 5 de enero del 2000-- murió aplastada por la caída de un árbol, y que provocó la extinción de la especie.

"La clonación como técnica de reproducción es un proyecto científico muy nuevo, del que queda mucho por investigar. Y la gestación del bucardo, como la de otras especies silvestres, no está caracterizada. Pero ahora sabemos que los tiempos de gestación de la cabra montesa y el bucardo no coinciden. Cuando decidimos practicar la cesárea y abrimos, supimos que era un prematuro", explica esta bióloga.

Para conseguir esta clonación, se implantaron 54 embriones en nueve cabras montesas de Beceite, por considerarlas las más parecidas al bucardo. Y así, dos intentos resultaron también positivos, aunque en ambos casos las cabras abortaron a los dos meses de gestación

No hay comentarios:

Publicar un comentario